Hoy nuestro cole se viste con un sentimiento agridulce.
Dulce y alegre porque nuestra profe Rosa se jubila y con ella 33 años de nuestro Colegio, siendo siempre un referente no sólo para sus alumnos y alumnas, también para compañeros y familias.
Se merece un descanso a mas de treinta y cinco años de profesión, llevándose a casa no solo tareas y proyectos, también problemas e incertidumbres.
Triste y agrio, porque el colegio se despide de una gran MAESTRA, con palabras mayúsculas, tan grandes como ella, que enseña de corazón a corazón. Varias generaciones han “sufrido” los abrazos de osa , las reprimendas reflexivas siempre enfocadas a construir y no a castigar, los oídos de Rosa, siempre dispuestos a escuchar y empatizar.
Porque la profe Rosa, como muy pocas, sabía y sabe que “educar la mente sin educar el corazón, no es educar”.
Nos gustaría hacerle llegar hoy el cariño y gratitud de muchos de los que hemos trabajado con ella. De sus alumnos y familias que encontraron en ella un apoyo, una escucha y comprensión.
Gracias Rosa por tu dedicación, tu buen hacer, tus abrazos en los buenos y malos momento, por tu saber y ayuda.
¡¡¡TE QUEREMOS!!!
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